Dime, Irene
si la muerte huele a flores,
Dios existe
o sólo es una sombra desnuda
en un crucifijo.
Irene, dime
¿ acaso el mar no ha llorado suficiente,
y debe ahogarse en lágrimas saladas?
¿ O sólo bastará un pastel de manzana
para mitigar las heridas?
¿ Podrá el alma desgarrada
olvidar el puñal asesino,
y a la mano que no tembló
al cortar el cuello.?
¿ Podrá perdonar
algún día?
Dime, Irene
Desde allá
¿ es más bella la vista del bosque
le susurras casi en silencio
a la luna nuestras penas.
Escuchas las nubes bostezar?
Eres tú,
o sólo es el viento
golpeándo en la ventana.
Dime
¿ cuándo y cómo acabará el dolor.
Podré dormirme nuevamente
con las luces apagadas?