y después de mi,
Archivos de la categoría ‘Pedro Mouro’
es estarse en la propia condición con todo el peso
de la muerte devorando
lo que hubo de tornar pálido el reflejo
a fuerza de olvidarse: este sudor
de rabia descompuesta, este olor
a sangre fermentada que agudiza el deseo
de emparedar los sentidos, de tapiarse el cuello
tras los más gruesos muros
diré que es la pregunta
esa de si la vida más allá en el vacío- de si la vida
más acá
en el vacío
más oscuro- que hace confundir
forma y contenido (la carne y la sangre
que jamás podrán heredar el reino)
espectáculo y significación,
y asi llamar, y digo
sólo por ejemplo,
al enfermo de sí mismo ser humano
mis queridos difusos!!!!!
Deshaz
el núcleo que convence la evidencia
de haber amanecido
espalda, y déjate
a la espera, al deducir los días.
Adormece el gesto, la mayoría inválida
de hombre que te tiembla
como abotonándote la piel a las paredes
del naufragio madre, y los gritos rotos
con que arrojamos los relojes a los campos rojos
de los últimos desiertos.
Dilo entonces, di no basta
haber nacido nombre para apresurar la letra,
como no bastó destornar la integridad
a los ángulos del vientre
para digerir la muerte; llegar mentira a la sucesión
de tumba y perder
el juicio y quedar culpable
de difuminar la línea por miedo al último paso,
de agonizar temprano, de abandonarse
antes -todos los jóvenes
mueren
antes de tiempo…