Hoy al fin pude ver el silencio puro de la mañana jugando
con los charcos de agua dejados por la lluvia incipiente,
solo a lo lejos se sentía sofocarse el ruido incesante
de la cortadora depasto, el cielo despejado solo permitía
el pasoveloz de las aves arrancandodelolor de la guerra.
El silencio se transformo en el cómplice de los pequeños
roedores que merodeaban entre las húmedas hojas de los
helechos, ajenos a las verguenzas que cubrían a los seres
que asomaban sus ojos torcidos en el silencio puro
de la mañana, yo quise recoger la tersura de los pámpanos.
Quise mojar mi rostro con el movimiento sutil de las aves
de paso, que marcando el firmamento con dibujos oníricos
se alejaron tragados en la gran bocadelhorizonte, solo quedo
el silencio puro de la mañana vistiendo todo de colores
y yo, dubitativo creí entender el silencio.